Anclada a mi ser en lo profundo del amor soy yo.

La misma de ayer hoy y siempre.

No puedo negarme a mi misma.

Ni ser diferente después.

Hago lo que tengo que hacer desde mi memoria de metal.

De largas horas sin interferir.

En los demás como uso y a fluyente de mi voz.

Solo soy quien soy desde siempre y para siempre.

La mitad mujer y mi ángel de voz.

La voz del que me guía y me lleva de la manos desde aquí.

La voz que me interioriza cuando yo no se que hacer de mi.

La voz que siempre está aunque lejos lo vea desde aquí.

En la orden del presente futuro y por azul.

La rosada voz es mi luz y la única sombra que tengo es azul infinito azul.


En todo momento.

Cuando nunca lo piensas.

No estás sin él.

Un guía te ayuda.

Un guía te inspira.

Un guía te enseña.

Un guía te mira.

Nunca estamos solos.

En ningún momento de nuestras vidas.

En ningún momento de nuestras penas.

En ningún momento de lo que hacemos.

Nos están mirando.

Nos están cuidando.

Nos están pidiendo.

Que seamos entregados.

A todo lo noble.

A escuchar al otro.

A sentir que eres.

La mitad de una parte.

Que siente latente.

Vivientes amables.

Importantes personas.

Y considerados por ellos.

Nunca te sientas solo.

No estás sin ellos.

Amados por legiones.

Que enaltecen a tu vida.

Hasta el puro vivir.

Por consiguiente eres.

Muy importante.

Muy importante.

En toda la vida de tu verdad.

Instantes de suma introspección.

En que siempre se dice lo que se ve.

Acudo a mi ángel para hablar desde aquí.

No tengo memoria montada.

Pero tengo un requisito sagrado.

No negar lo que se sabe.

Y yo jamás negaré lo que es él.

Mi amado ángel para mi.

Que si no lo amo es mucho.

Que si lo amo ya es poco.

Que sin él las cosas no son tan bellas.

Que sin él las vida no es tan linda.

Que si me paro frente a un problema yo lo miro.

Que siempre me envía las señales para saber que hacer.

Mi ángel de luz de sol de amor.

Te amo como siempre te lo he dicho.

Y tu me has de contestar desde ahí.

Donde posas tus manos frente a mi.

En mi frente y en mi corazón.

Para hacerme saber que todo saldrá bien.

En sincronía contigo sin llamarte siquiera.

Viniste a mi encuentro una tarde.

Y yo te reconocí enseguida.

Somos caudal de emociones.

En todo momento lo somos.

Y por siempre quizás las vida nos dijo.

Y por siempre te digo ahora desde mi acera. 

Flores de aromos en el suelo.

Apacible mirada desde el cielo.

Caminante del sendero somos.

Los que somos así y miramos desde lejos.

Tantos que siempre nos encontramos.

En todo momento en todo lugar.

La dicha de ser es grande.

Se amplifica el corazón.

Nada es mas interno que un soplo.

Desde el fondo del amor.

Tantos caminos sin control.

En las hojas del aromo.

Caen las flores al suelo.

Para que las personas las puedan apreciar.

Pero pasan y pasan todos.

Mirando con tanta indiferencia y tanta incapacidad.

Que si miraran como un ojo del corazón.

El alma les diría que maravilla.

Tanto y poco no es nada.

Mucho y todo si es poco.

Cuando la avaricia es importante.

Se pierde siempre la esencia.

De mirar lo verdaderamente bello.

Hago un llamado a mi dios.

Dios mio te amo.

No me dejes sin mirar lo profundo.

Ese que me habla desde su voz.

Eso me hace distinta.

En lo bello lo sublime y verdadero.

En lo real lo tácito y al alfarero.

Que siente sus manos en su piel.

Y no un anillo de zafiro que no tienen ningún latir.

Amo las cosas pequeñas bellas y verdaderas.

Una flor un pétalo de flor.

Un pájaro en el aire un águila con voz.

Un anhelado risueño niño un abrazo de un verdadero yo.

Caucásica del tiempo.

Anhelado tiempo.

Aún estoy aquí.

Aún espero por ti.

Aún estoy.

Aún estoy.

Mirando la vida pasar.

Y mirando como pasa la gente.

Mirando como hacen su ver.

Y viendo como a veces sienten.

Miro todo lo que veo.

Hablo poco pero miro.

Miro siempre miro.

La verdad verdadera en la gente.

Al costado del camino.

Veo lo que siento.

Siento lo que miro.

Y miro lo que es nada.

Nada la mente ahora.

Fluye como si nada.

Porque cuando fluye avanza.

Y cuando se apaga muere.

Yo la misma de siempre.

Incondicionalmente.

En la orilla del camino vivo.

Apaciguado momento.

Fluyendo a través de mi.

Quiero venirme por siempre.

A vivir mis memorias aquí.

El poder del amor calor del amor es.

La constancia la verdad.

La amistad la bondad.

La misma impresión la misma selección.

La misma fijación la misma intuición.

Hasta la misma medida es la mitad del otro.

Y la mitad del otro es lo que le falta al que está.

Estoy en el mismo camino.

La verdad la tengo yo.

En el invierno es verano y en verano es invierno.

De todo es la base que me queda.

Y de nada es lo que tengo en mis manos.

De todo es la base que me queda.

Y de nada es lo que tengo en mis manos.

Así digo que estoy.

Del espíritu aclamador es la forma y las contadas horas de amor.

Del espíritu del tiempo es la mitad de la vida incluye el destino incluye una voz.

Del espíritu del narrador se forma una base y de eso se saca lo mejor.

Del espíritu del cazador es la misma instrucción que sabe la vida dentro de si.

Si todos los espejismos fuesen reales nada sería real todo es un don natural.

La vida, las horas, los segundos y demás.

Ancladas a la vida se alza una mujer anclada a la vida se lanza una voz.

Quien la puede escuchar desde aquí? quien más si no soy yo que estoy aquí?


Luna de oro plateado.

Espejo de amor controlado.

Nunca te dejo siempre estás a mi lado.

No temas nunca mi amor.

Que siempre te estaré cuidando.

Entre los ríos y las rocosas rocas.

Entre los intrépidos muros fijos.

Entre los mortales amable hombres.

Entre todo lo que mis ojos miran.

Yo soy tu ángel del amor.

Yo quien te mira ahora aquí estoy.

La princesa de tus ojos.

Te miro amable mirador.

Quien como tú amor?

Quien como tú amor.

Decisivos mensajes me llegan a sobrepasar.

Entre mensajeros del aire.

Entre mensajeros del cielo.

Yo estoy sentada aquí.

Siento la energía aérea que roza mi cara en forma de amor.

Siento el aroma sin igual no existe eso aquí.

Hoy nuevamente estoy entre sus brazos.

Me elevan a lo alto para darme tanto amor.

Ellos no quieren que yo desmaye.

Y por eso siempre llegan a tiempo.

Hoy lloro con alegría rebosante .

Porque me visitaron nuevamente a mi.